El emprendimiento no es otra cosa que la gestión de alternativas. Reconociendo la diversidad de gustos, necesidades y preferencias presentes o latentes en el mercado, el emprendedor genera modos y maneras de reemplazar, complementar, sustituir o destruir productos y servicios existentes con algo mejor y más costo-eficiente.
Como gestor de alternativas, entonces, el emprendedor debe conocer íntimamente aquello que quiere mejorar para poder crear un complemento o sustituto viable, rentable y socialmente responsable. Al margen del conocimiento de vanguardia en nuestra área de interés empresarial es casi imposible innovar, crear y/o desplazar al producto estrella de la actualidad.
Por eso es tan importante emplear inteligencia empresarial de manera habitual en nuestro ejercicio profesional. ¿Y qué es inteligencia empresarial? Es nada más y nada menos que el proceso mediante el cual transformamos datos en información para la toma de decisiones. Por lo tanto es preciso que establezcamos preliminarmente nuestro rol en el mercado dentro del marco de lo lograble. ¿Qué hará nuestro producto? ¿Complementar, sustituir o desplazar?
Para determinar nuestro nicho de mercado primero consideremos qué significa cada cosa. El sustituto suele ser algo de menor calidad; el reemplazo suele ser algo de mayor calidad y rendimiento; y el complemento le agrega valor a un producto o servicio principal. Ejemplos de estos particulares son la mantequilla y margarina, los casetes y los CDs, las computadoras y las impresoras.
La margarina es un sustituto de la mantequilla. Su introducción en el mercado no ha desplazado a la mantequilla del todo. De hecho, la mantequilla ha mantenido su lugar como el producto “de verdad” mientras que la margarina es consideraba como “la mantequilla de mentira” no obstante su éxito comercial. Los CDs, por su parte, han desplazado a los casetes de manera total pues se posicionaron en el mercado como un producto de suprema calidad, rendimiento y durabilidad. En lo que a las impresoras respecta, son un complemento de las computadoras pues le agregan valor al rendimiento de ese producto principal.
¿Qué haremos nosotros con nuestra gesta empresarial de alternativas creativas-destructivas en el siglo XXI? Si en República Dominicana aspiramos emprender en la creación de productos y servicios que innoven y mejoren significativamente la calidad de vida de la gente tenemos que darle más calor a la gestión del conocimiento y la información pues son estos los factores sine qua non para el progreso sostenible de nuestros pueblos en este joven milenio.