Lo que se mide se consigue, mas lo que no se observa pocas veces acierta.  Por lo tanto toda gesta empresarial debe nutrirse de la información generada por indicadores claves de comercio y desempeño. Ventas por pie cuadrado,  producto por unidad de insumo, rentabilidad demográfica, productividad laboral a nivel individual y corporativo son, por lo general, algunos de los indicadores tradicionales que dotan al profesional de inteligencia empresarial para sus objetivos lograr.

Cabe subrayar que a la hora de medir es importante distinguir entre lo visible e invisible que incide en el desempeño que determinada empresa exhibe. En otras palabras, lo que no se ve es muchas veces el elemento clave en el éxito de una organización, mas por su carácter no visible es, en cierto grado, no medible. 

Esto puede ser un gran problema en empresas donde imperan sistemas de medición a expensas de la necesaria discreción que necesita un profesional en su desempeño laboral. Pues cómo se mide objetivamente la creatividad, la intuición o la personalidad. La verdad es que para medir estos factores existen pocos indicadores que monitoreen su desempeño como lo hacen en la producción de caña que la miden por quintal por tarea de tierra cultivada.

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Entendemos que en la actividad cañera los insumos, los productos y los resultados son perfectamente visibles y medibles. No así la actividad creativa que viene a ser visible y medible solo a nivel de resultados mientras que sus insumos y productos permanecen en el anonimato. Muchos sistemas de medición no toman esto en consideración y miden solamente lo que es perfectamente visible y consideran la creatividad invisible algo como cuasi reprensible. Como resultado muchos empleados trabajan en función de lo que se mide y terminan renegando las actividades importantes que no se miden.

Considerando que en el siglo XXI la creatividad invisible es y será el motor de nuestro éxito, nuestros líderes políticos y empresariales deben prestarle más atención a aquello que no se oye ni se ve. Así, valorando lo invisible, podremos innovar y lograr un nivel de desarrollo nunca antes hemos visto ni oído ni concebido para bendición de la presente y subsiguiente generación.