Si no nos atrevemos y creemos en el potencial de nuestros proyectos, nunca emprenderemos y sobresaldremos para lograr lo que queremos. En otras palabras, el emprendimiento no es para los escépticos empedernidos. Es, en cambio, para los valientes que se atreven a embarcar en aguas nunca antes navegadas. En el argot empresarial a estas aguas se les llama mares azules. A diferencia de los mares rojos donde abunda la competencia feroz y sangrienta, los azules representan el territorio donde nuevas oportunidades son descubiertas.
Ese territorio se descubre no al margen, sino sobre la base de mercados altamente competitivos. La clave está en observar la trinchera de la competencia desde arriba para identificar la mal administración y/o subutilización de los recursos así como las necesidades latentes en el corazón de la gente.
Los mares azules lo descubren las mentes que se atreven a desafiar, flexibilizar y/o extrapolar las nociones que definen una industria. Los hermanos McDonald, por ejemplo, extrapolaron la línea de ensamblaje que Henry Ford implementó en la fabricación de automóviles a la preparación de hamburguesas. Esto, a su vez, contribuyó al nacimiento de la industria que hoy denominamos comida rápida.
Curiosamente, si bien los hermanos McDonald fueron los pioneros del concepto de comida rápida no fueron ellos los responsables de popularizarlo a gran escala. Ese honor cae sobre la persona de Ray Kroc quien como vendedor de licuadoras para malteadas pudo discernir el potencial del modelo que habían creado los hermanos McDonald.
Maravillado por la gran cantidad de órdenes de compra de nuevas licuadoras provenientes del restaurante McDonald’s, en 1955 Ray Kroc decidió viajar a California para visitar el único establecimiento que había en existencia para ese entonces. Inmediatamente el comerciante Kroc hizo los arreglos para abrir y operar exitosamente una franquicia del restaurante en el Estado de Illinois.
El resto es historia. Ray Kroc desinteresó totalmente a los hermanos McDonald por la suma de US$2.7 millones en 1961 y hoy por hoy la cadena tiene más de 35,000 establecimientos alrededor del mundo con ventas que sobrepasan los US$28 mil millones anualmente.
Los hermanos McDonald crearon el modelo de negocios para restaurantes de comida rápida, pero fue Ray Kroc quien tuvo la visión y el arrojo requerido para masificarlo. En una ocasión un periodista le preguntó a Kroc cuál era la clave para lograr el éxito en el negocio de comida rápida. Kroc respondió diciendo que el no fungía propiamente en la industria de comida rápida, si no en el negocio de bienes raíces. Con esa respuesta evidenció las marcas distintivas del verdadero emprendedor: la osadía, el desafío, el vanguardismo y el dinamismo creativo-destructivo que ve la crisis como oportunidad, ve la luz en la oscuridad y separando la señal de ruido se diversifica y pone sus huevos en varios nidos.