El efecto del pecado en la dinámica de trabajo
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- Escrito por Jonathan D'Oleo Puig
El pecado comprometió la naturaleza del trabajo de manera fundamental en el sentido de que fisionó lo laboral y lo espiritual. Eso hace el pecado de manera transversal. Separar. Separa lo que en principio debe estar unido y une lo que en principio debe estar separado. En ese sentido, separó a de la corona de la creación (tú y yo) del Creador Dios y la atrajo a seguir la agenda del enemigo de Dios. Así es. El pecado nos ensució y rompió nuestra comunión con el Dios santo. Con el pecado en nuestros miembros habitando, el Dios perfecto y santo se vio compelido a echarnos de su presencia como el esposo que se aparta de su esposa que contrajo una enfermedad venérea por comportarse como una ramera. Sin embargo, Dios nos amó tanto que ante nuestro revés emprendió un plan para, por gracia, reconciliarnos con Él.